El Instituto de Neurocirugía "Costa Buero"

Título

El Instituto de Neurocirugía "Costa Buero"

Autor

Dr. Carlos Alberto Pardal

Fecha

Abril 2004

Lugar de Realización

Profesor Consulto de Neurocirugía, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires

Texto

Rev. Argent. Neuroc. 2004, 18 (S1): 27

El Instituto de Neurocirugía "Costa Buero"

Dr. Carlos Alberto Pardal

Profesor Consulto de Neurocirugía, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires


No se puede hacer una reseña histórica del Instituto Costa Buero sin rendir un homenaje a los pioneros de la Neurocirugía argentina, de quienes nuestra institución fue en cierta forma una continuidad.
En las últimas dos décadas del siglo XIX mientras en Europa tenían éxito los primeros intentos de operar el cerebro, paralelamente en nuestro país se realizaban las primeras intervenciones neuroquirúrgicas con bases científicas anatomoclínicas y fisiológicas. Así, Andrés Llobet realizaba estimulación eléctrica sobre diversas áreas cerebrales en 1885 y Juan B. Justo efectuaba en 1889 la primera craneotomía osteoplástica con sobrevida del paciente descripta en la literatura mundial. Afines del siglo, Alejandro Castro y Alejandro Posadas operaron con éxito quistes hidatídicos cerebrales.
En los albores del siglo XX otros grandes maestros de la cirugía argentina se dedicaron tangencialmente, pero con suceso, a la práctica neuro quirúrgica. Tal es el caso de José Arce, Delfor Del Valle, Enrique Finochietto, entre otros. La sistematización de la Neurocirugía como especialidad surge en la década del 20.


Fig. 1.
Proyecto de lo que sería el definitivo Instituto de Neurocirugía, en la esquina de Paraguay y Azcuénaga. Actualmente hay una gran playa de estacionamiento.

Delfor Del Valle envía a su discípulo Ernesto Dowling a EE.UU., donde se perfecciona con Harvey Cushing y José Arce, desde el Hospital de Clínicas, lo hace con el joven cirujano Manuel Balado a la Clínica Mayo en Rochester. Brillante investigador y cirujano, a su regreso de EE.UU. Balado se hace cargo de la Neurocirugía , ya como especialidad independiente, en la sala 12 del Hospital de Clínicas. Siendo Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires el profesor Arce, se crea en 1937 la Cátedra de Neurocirugía , y es designado por concurso Manuel Balado como Profesor Titular. De esta forma se jerarquiza nuestra especialidad en el ámbito académico, comenzando así un período de grandes logros. Balado publica su maravillosa sistematización de la vía óptica y realiza grandes aportes al estudio de la actividad eléctrica cerebral, trabajos realizados en la Cátedra y en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Santa Lucía, por él creado.
El Dr. Ramón Carrillo, médico del Instituto de Clínica Quirúrgica en el Hospital de Clínicas, se dedica al estudio de la patología del Sistema Nervioso y aconsejado por Balado se perfecciona en Europa en Neuropatología con maestros de la talla de Kappers, Guillain, Vogt, Ramón y Cajal y del Río Hortega. A partir de 1934 organiza en el Servicio dirigido por Balado el laboratorio de Neuropatología, dividiendo su tiempo entre la actividad clínica y quirúrgica y el laboratorio, teniendo una actividad realmente "full-time". En 1941 accede por concurso al cargo de Profesor Adjunto de Neurocirugía, junto con Ricardo Morea. Luego de la prematura muerte de Manuel Balado en 1942 a los 45 años, Ramón Carrillo es nombrado por concurso Profesor Titular de Neurocirugía, asumiendo el cargo en 1943. Con gran experiencia por su actuación en las salas de Clínica quirúrgica y su formación en centros de excelencia en Europa y los consejos y enseñanzas de Balado, decide con inusitada audacia y clara percepción del futuro de la especialidad disponer el traslado de la Cátedra al edificio para tabéticos "Dr. Luis Costa Buero", ubicado en Paraguay y Uriburu. Así, en los primeros meses de 1943, comienza su actividad el Instituto de Neurocirugía "Costa Buero", que en poco tiempo se convertiría en un centro de referencia para la Neurocirugía argentina y latinoamericana.
El "Costa Buero" tenía 4 pisos con diversas secciones que le permitía ubicar las especialidades acordes por afinidad con el Sistema Nervioso y en mutua relación funcional. Constaba de 42 camas para internación, disponiéndose el primer piso para hombres y el tercero para mujeres con sus correspondientes instalaciones para enfermería. Un amplio sector destinado a salas de Cirugía (contando una de ellas con un gran mirador, complemento fundamental de la enseñanza) y anestesiología.


Prof. Ramón Carrillo


Dr. Ramón Pardal


Dr. Tomás Inasusti


Dr.Aldo Martino

Al asumir la dirección de la Cátedra y del Instituto, Carrillo sustenta su gestión en dos pilares de la talla de Tomás Insausti, que ya se insinuaba como el eminente Neurólogo que llegaría a ser, Profesor Titular y Académico y Ramón Pardal, cuya sabiduría y extraordinaria erudición no puedo excluir por el lazo familiar que me une y me llena de legítimo orgullo.
Continuaron acompañándolo figuras de inestimable valía dentro de la especialidad y materias afines como los Dres. Esteban Adrogué, Manuel de Oribe, Julio Ghersi y Fermín Barcala. A estos se agregaron los Dres. Juan C. Christensen, Raúl Carrea, Roberto Chescota, Angel Cammarota, Horacio Casté, Julián Prado, Magín Diez, Jorge Clavijo y Atilio Risolía, entre otros. A solicitud de Carrillo se incorpora el Dr. Manuel Zamboni, prestigioso radiólogo del Hospital de Clínicas.
Posteriormente se suma una generación de médicos jóvenes entre los que destacan Francisco Perino, Lorenzo Amezúa, Diego Outes, Aldo Mar-tino, Julio Ortiz de Zárate, Eduardo Mendizábal, Arturo, Santiago y Marcos Carrillo, Miguel Ragone, Rogelio Driollet Laspiur y Enrique y Carlos Pardal, entre otros. Con este núcleo de profesionales en su mayoría jóvenes comenzó el Dr. Ramón Carrillo a la edad de 36 arios su labor docente, asistencial y de investigación al frente del Instituto "Costa Buero".
Prontamente se dedica a las intervenciones quirúrgicas con técnicas perfeccionadas, verifica un conjunto de hechos nuevos: los desplazamientos de la sustancia cerebral en mecanismos por la lesión ocupante y los provocados por el edema del cerebro. Se estudian las hidrocefalias internas, las hernias cisternales, los fenómenos de hipertensión endocraneana descompensada y los conos de presión, el edema cerebral peritumoral regional. Logra un avance fundamental en el diagnóstico de la patología de la fosa posterior con su monumental obra sobre la yodoventriculografía (continuidad del trabajo pionero de Balado), sistematiza las leucotomías frontales, estudia las aracnoiditis, etc.
En 1943 organiza el Capítulo de Neurocirugía del Congreso Argentino de Cirugía. En 1944 crea la publicación "Archivos de Neurocirugía" y en 1945 junto con los neurocirujanos Schroeder del Uruguay, Paglioli del Brasil y Asenjo de Chile dan forma al Congreso Latinoamericano de Neurocirugía, que desde entonces se realiza cada dos años. Las obligaciones derivadas de su designación como Ministro de Salud Pública de la Nación lo apartan parcialmente de su labor científica, aún cuando siempre hace reserva de su tiempo para no abandonar la importante tarea emprendida logrando, si bien con ciertas limitaciones, frutos de gran valor para el progreso de las disciplinas neurológicas y neuroquirúrgicas. A raíz de dicho alejamiento, el Profesor Carrillo designa al Dr. Tomás Insausti como Subdirector y Jefe de Clínica y al Dr. Raúl Matera como Jefe de Cirugía. Rápidos acontecimientos derivados del cambio institucional del país coincidentes con el período de licencia de Carrillo forzaron su alejamiento, hecho que trae aparejada la suspensión de su labor y el apartamiento de toda actividad. Precisado a ausentarse del país, el progreso de su enfermedad lo lleva a la muerte el 20 de diciembre de 1956 en Belem (Brasil), en momentos y circunstancias que pertenecen a la Historia.


Fig. 2. El Profesor Ramón Carrillo realizando una yodoventriculografia.

El Dr. Raúl Matera, Jefe de Cirugía, con el empuje de una avasallante personalidad de inmediato pone en práctica las conductas aconsejadas por su maestro el Prof. Carrillo recurriendo a la participación de todas las especialidades afines con que cuenta el Instituto. De una manera progresiva nos va familiarizando a una carnada de jóvenes cirujanos en el manejo del cerebro y el tratamiento acertado de sus patologías. La asistencia del anestesiólogo Dr. Ormilugue permite mejorar y acortar los tiempos quirúrgicos. El avance de la especialidad en el mundo y la oportunidad de tener representantes en los mejores centros mundiales nos permiten evolucionar constantemente en nuestras intervenciones.
Matera ejerce la dirección del "Costa Buero" en una forma cordial, comprensiva, evidenciando una extraordinaria capacidad para dirigir y dirigirse a cada uno de nosotros respetando y potenciando las capacidades individuales. Como Practicante Mayor y luego Jefe de Guardia he tenido el privilegio de ayudarlo en forma asidua aprendiendo cómo exponer el cerebro, abordar la patología sorteando las dificultades y resecando sin lesionar áreas elocuentes, con lo que fui completando mi formación. En su momento Matera gestiona y obtiene sendas Becas que permiten a Rogelio Driollet Laspiur y Enrique Pardal perfeccionarse en Alemania con Reichert y Mundinger y en Suecia con Olivecrona y Norlen, respectivamente. Al regresar Driollet Laspiur de Freiburg realiza la primera intervención estereotáctica para la enfermedad de Parkinson en nuestro país (1956). Enrique Pardal aporta a su regreso del Instituto Karolinska su experiencia en el tratamiento moderno de las malformaciones cerebrales. Años más tarde, con el uso del microscopio quirúrgico y los primeros clips, Enrique Pardal y quien esto escribe realizamos las primeras intervenciones microquirúrgica de disección cisternal y clipado aneurismático en el país.
En 1955, luego que por razones políticas Matera se viera obligado a dejar el Costa Buero, se hace cargo en forma interina Manuel de Oribe, quien con espíritu de grandeza, moderación e imparcialidad logra aunar distintas posiciones en pos de la futura estabilidad del Instituto mediante la defensa del mecanismo legal del concurso.
Alcanzado ampliamente este objetivo, lo continúa con idéntica tónica como Profesor Adjunto a cargo el Dr. Germán H. Dickmann (1956-1959), quien seria posteriormente el tercer Profesor Titular, por concurso, hasta 1971. Dickmann se había formado como cirujano en la escuela municipal de los hermanos Finochietto, en el Hospital Rawson, quienes habían tenido una fuerte rivalidad con la del Profesor Arce, del Hospital de Clínicas. Mientras Balado asumía como Profesor Titular, el joven Dickman comenzaba su perfeccionamiento neuroquirúrgico con Walter Dandy. Es notable destacar que Dickmann y Carrillo eran estudiantes de la misma camada y fueron rivales por las más altas calificaciones y la Facultad de Ciencias Médicas, en un hecho novedoso para una promoción de graduados, les concedió a cada uno la medalla de oro.
Político sagaz y brillante organizador, Dickmann se ubica rápidamente dentro del contexto del funcionamiento asistencial y docente del "Costa Buero", dando comienzo al ambicioso proyecto de la inclusión de la Neurocirugía como materia del curriculum del pregrado, objetivo logrado hacia el final de su mandato. También se inicia bajo su gestión el Programa de Residencias Médicas en Neurocirugía en 1969. En su afán por lograr una estructura que optimizara la labor asistencial, docente y administrativa crea el cargo de Subdirector del Instituto como extensión natural de las funciones del Jefe de Clínica, ejercido por el autor de estas líneas bajo las sucesivas gestiones. Dickmann estimula el progreso en todas las áreas de la especialidad.
El Dr. Osvaldo Betti permanece largo tiempo en Francia con Tallairach, estudiando los avances en Neurocirugía funcional y a su regreso, asistido por la Dra. Morete de Pardal, E. Pardal y Outes, realiza sus primeras experiencias en cirugía de la epilepsia y patología de los ganglios basales.
El Dr. Jorge Schwarcz, luego de formarse en el Reino Unido con Gillighan y Hitchkock, desarrolla técnicas estereotácticas en la región medular y tronco para el tratamiento del dolor. Ante el continuo avance de la subespecialidad en el mundo, se incorpora la Neuroendocrinologia con la coordinación del Dr. Isaac Molocznik, secundado por quienes serian grandes figuras como la Dra. Rosa Artese y el Dr. Abraham Guitelman, junto con otros colaboradores, instalando al propio tiempo un completo Laboratorio dirigido por las Dras. Varela y Wikinsky, comenzando así el estudio moderno de los tumores hipofisarios. Con la valiosísima guía y enseñanzas del Dr. Enrique Fernández, otorrinolaringólogo, iniciamos conjuntamente con Enrique Pardal el abordaje de los tumores de hipófisis por la vía transeptoesfenoidal según la técnica de Segura. Aunando Basso, una generación más joven que nosotros, cuyos valores resulta obvio destacar, estudia y desarrolla apasionadamente el abordaje transnasal microquirúrgico según la técnica de Guiot y Hardy. Años más tarde seria él también Profesor Titular de la Cátedra y primer neurocirujano formado en el Costa Buero en ser designado Presidente de la World Federation of Neurosurgical Societies. Dickmann mismo descolla en el abordaje subtemporal del Nervio Trigémino yen la cirugía de las hernias de disco lumbares. Opera aún los aneurismas de la Comunicante Anterior con polectomía frontal e introduce el "Piloinyector" de Gallaher para obliterar un aneurisma cerebral, sin resultado favorable. En dicho período visitan el Instituto diversas personalidades notables del mundo neuroquirúrgico. Recuerdo especialmente la visita de Charles Drake, quien opera en el Costa Buero un aneurisma de comunicante anterior.
Tuve el privilegio de ser su asistente en la cirugía: Drake operó y clipó el aneurisma en pocos minutos, con técnica clásica y elegante y usando lupas. No fue mucho lo que pudimos ver en el acto quirúrgico y pocos días después y con típica desconfianza juvenil el Dr. Oscar Zamboni y yo le hicimos al paciente la arteriografía de control y nos encontra-
mos que el aneurisma estaba perfectamente
clipado. En resumen, bajo la dirección de Germán H. Dickmann se vivió una verdadera "época de oro" en el Instituto Costa Buero y por extensión en la Neurocirugía argentina.
En 1971 se hace cargo de la Cátedra y de la Dirección del Instituto el 4° Profesor Titular, Julio Ghersi. Discípulo dilecto y directo de Manuel Balado, desarrolla una vasta experiencia quirúrgica en instituciones tales como el Instituto de Cirugía de Haedo, el Hospital Pirovano y el Centro Gallego. En perfecto conocimiento de la capacidad de los médicos del Costa Buero, forma equipos subespecializados en los diferentes temas, logrando así una optimización de los logros asistenciales y científicos. Pone un especial énfasis en el mejoramiento constante de la enseñanza en el Pregrado y de la Residencia. Por su permanente actitud de enseñanza-aprendizaje, y constante presencia en la Sala de Operaciones, hoy se recuerda su carismática y extrovertida personalidad que lo llevó a poner toda su energía al servicio de la vocación neuroquirúrgica y su consustanciación con el peculiar espíritu del Costa Buero.
Se inicia a continuación (1974) una nueva gestión de Raúl Matera, como Profesor Adjunto a cargo. A pesar de un largo y obligado ostracismo, con su característico entusiasmo no le es dificil adaptarse a los últimos adelantos y promueve tenaz y constantemente la aplicación de los procedimientos neuroquirúrgicos más avanzados, manteniendo el espíritu del Costa Buero como un verdadero Instituto de integración de las neurociencias. Coincidiendo con la inestabilidad institucional de la República, se suceden los interinatos, siempre breves, de distinguidos neurocirujanos como Juan Carlos Christensen, Francisco Perino y Aldo Martino.


Fig. 5. (de izq. a der.) Los Dres. Amezúa, Matera, Daneri, Ragone y Carlos Parda .

Finalizado este período, soy designado para desempeñar las funciones de Director del Instituto y Profesor Adjunto a cargo de la Cátedra por el lapso de 2 años, durante los cuales trato de aportar mi larga experiencia asistencial, quirúrgica y docente, orientando mi esfuerzo a optimizar la formación de los Residentes y buscando transferir a las nuevas generaciones el caudal de conocimientos que tuve el privilegio de adquirir al lado de los grandes Maestros que prestigiaron la Cátedra. Lamentablemente y encontrándome en el desempeño de estas funciones en una sorpresiva decisión el Profesor Elizalde, en ejercicio del Decanato de la Facultad de Medicina me comunica la determinación de "desactivar" el Costa Buero. Con esta improcedente actitud se cierra el capítulo tal vez más trascendente e importante de la Neurocirugía argentina: el Instituto de Neurocirugía Costa Buero. La concreción de su traslado al 9° Piso del Hospital de Clínicas en 1982 marca el fin de una etapa memorable.


Fuentes Bibliográficas
"El Instituto de Neurocirugía" (1949) editado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Buenos Aires.
"Homenaje a la Cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, en el 40° aniversario de su fundación" (1982) editado por Francisco Rubén Perino. Buenos Aires.

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