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Editorial
En este número se publican algunos de los trabajos que se presentarán en el Congreso Argentino de Neurocirugía de este año en Salta. Fue intención de las autoridades de la Asociación que todos y no sólo algunos de los trabajos estuviesen incluidos en la revista, pero varios motivos confluyeron para que la intención no haya podido concretarse. Es indudable que no resulta fácil obtener que los autores se compenetren de la necesidad de que una ponencia tenga forma definitiva y no sea sólo un resumen al momento de su inscripción, de que se disciplinen para ajustarse a los tiempos y, quizás lo más importante, de que estructuren el trabajo adecuándolo a la forma requerida para su publicación. El escaso tiempo disponible para editar la revista antes del Congreso, impidió una comunicación retrógrada con los autores y sólo se aceptaron los trabajos que cumplieron con las normas fijadas o admitían correcciones que no implicasen una modificación sustancial del trabajo original. Pero esta experiencia no debe desalentar, sino por el contrario sugerir que, a través de la insistencia y la educación, se pueda llegar a la meta propuesta para la inclusión de todos los trabajos.
Otros aspecto coronado por un hecho auspicioso es que recientemente, y por la gestión de un integrante de la Escuela de Carrea, la Argentina ha sido designada sede del futuro congreso de la Sociedad de Neurocirugía Pediátrica, a realizarse en el año 2004, como justo homenaje a quien fuera uno de los fundadores y propulsores de esa sociedad. Cabe destacar el desempeño del Dr. Hugo B. Pomata, representante argentino, quien luego de haber sido informado que era intención de la Asamblea anual de la ISPN denegar nuevamente a la Argentina, pronunció una sentida ponencia que se Cartas de lectores, que sin duda influyó en la decisión final. Este jalón se suma a los logros obtenidos últimamente por la Argentina en la figuración de la Neurocirugía a nivel mundial.
No podemos cerrar esta Editorial sin reiterar las conocidas dificultades económicas que existen para la publicación de esta revista. Dado que el apoyo de las empresas está deveniendo en una entelequia anacrónica, deberá ser reemplazado por la participación de los miembros de la Asociación, si se desea que no se esterilice el esfuerzo realizado hasta el presente y esta revista continúe siendo el medio de expresión de los neurocirujanos argentinos y se perfecciones día a día en su misión.
León Turjanski