Revisión de Nuestra Conducta en los Aneurismas Cerebrales

Título

Revisión de Nuestra Conducta en los Aneurismas Cerebrales

Autor

D. Woscoboinik
C. Giambiagi
N. Goldemberg
V. Mazzaglia
G. Barbeito
M. Marchetti
A. Gidekel
L. Turjanski

Fecha

Agosto 1986

Lugar de Realización

Servicio de Neurocirugía. Hospital General de Agudos "Dr. C. Argerich"

Texto

Revista Argentina de Neurocirugía Vol. 2 No. 1

Revisión de Nuestra Conducta en los Aneurismas Cerebrales

D. Woscoboinik, C. Giambiagi, N. Goldemberg, V. Mazzaglia, G. Barbeito, M. Marchetti, A. Gidekel, L. Turjanski

Servicio de Neurocirugía. Hospital General de Agudos "Dr. C. Argerich"

PALABRAS CLAVES: Aneurismas, Conducta quirúrgica

Introducción
Desde el advenimiento del microscópio quirúrgico y el perfeccionamiento de las técnicas microneuroquirúrgicas se han publicado importantes estadísticas1, 3, 7, 8, 9 que establecieron pautas en cuanto al momento operatorio y técnica quirúrgica de los aneurismas intracerebrales.
Estos trabajos, que determinaron la conducta del neurocirujano frente a esta patología a fin de disminuir su morbimortalidad, han experimentado cambios con el transcurso del tiempo. Las tendencias actuales coinciden en aconsejar prococidad de la intervención.
En función de estos hallazgos, hemos revisado nuestra casuística que comprende los aneurismas intracerebrales recibidos en el Servicio de Neurocirugía del Hospital General de Agudos "Dr. Cosme Argerich" en los últimos 15 años.

Material y Métodos
Desde 1970 hasta diciembre de 1984 se recibieron 242 pacientes con 268 aneurismas (22 dobles y 2 triples) localizados según se detalla en el siguiente cuadro:

Tabla 1.
Intracavernosos 2 0,7%
Carótído-oftálmicos 8 3%
Codo posterior 68 25,4%
Bifurcación carotídea 11 4,1%
Complejo comunicante anterior 81 30,2%
Pericallosa 7 2,6%
Silviana 81 30,2%
PICA 3 1,1%
Basilar 7 2,6%


Para el correcto análisis de esta estadística se establecieron tres períodos iguales de 5 años cada uno en función de la progresiva adquisición de infraestructura microneuroquirúrgica y experiencia en el manejo de estos pacientes.

Resultados
Se evaluaron los casos operados y no operados según el período correspondiente:
1er. período: 1970-1974
2do. período: 1975-1979
3er. período: 1980-1984.

Tabla 2.


En la tabla anterior se evidencia que en el tercer período el porcentaje de casos operados en relación a los no operados fue significativamente mayor que en el primer período.
En el siguiente cuadro se analiza el estado clínico-neurológico de ingreso de los pacientes operados, según la escala de Botterell.

Tabla 3.
BOTTERELL INGRESO (OPERADOS)


En la tabla siguiente se evalúa el estado clínico-neurológico de ingreso de los pa cientes no operados según la misma escala.

Tabla 4.
BOTTERELL INGRESO (NO OPERADOS)


A continuación se grafican los resultados
0: Alta sin secuelas
1: Alta con secuelas mínimas no invalidantes quirúrgicos considerando:
2: Alta con secuelas moderadas
3: Alta con secuelas graves invalidantes
4: Fallecimiento

Tabla 5.
ESCALA DE EGRESO (por tipo de aneurisma)


Se analizan a continuación los motivos de no intervención excluyendo aquellos casos que ingresaron con una puntuación de 5 en la escala de Botterell.

Tabla 6.
MOTIVO DE NO OPERACION (excluido Botterell 5)


El fallecimiento de estos 65 pacientes no intervenidos se debió a:
Resangrado 29 pacientes (44 %)
Vasoespasmo 10 pacientes (15,5 %)
Causas extraneurológicas 26 pacientes (40,5%)
Entre estas últimas se agruparon las complicaciones de origen clínico, las contraindicaciones anestesiológicas y las negativas del paciente y/o familiares, entre otras2, 5, 6.

Conclusiones
En el gráfico No. 2 observamos que en el último período, no sólo se operaron mayor cantidad de pacientes sino que se invirtió el cociente entre operados y no operados con respecto al primer período. Esto se atribuye a que nuestro Servicio forma parte de los centros de derivación municipal y se encaró con mejor resultado la conducta intervencionista a partir del mejor equipamiento y experiencia en este tipo de cirugía.
Por encima de nuestros buenos resultados operatorios, se desprende de esta estadística que existe un porcentaje alto de pacientes que recidivaron su hemorragia antes de la intervención quirúrgica (44% de los pacientes fallecidos no operados).4
Estos hechos avalan la tendencia actual de reducir al máximo posible la espera del tiempo quirúrgico, no siempre posible en el medio municipal, sin hacer depender la operación exclusivamente de la condición neurológica. En otras palabras, nos adscribimos a la idea de que el llamado "timing" quirúrgico constituye actualmente un concepto que carece de vigencia.

BIBLIOGRAFIA
1. Aneurysm surgery in the acute stage symposium. Graz. Acta Neurochir. (Wien) 63:1-302, 1982.

2. Drake CG, Management of cerebral aneurysm. Stroke 12:273-283, 1981.

3. Kaufman DM, et al:. Intracranial surgery for cerebral artery aneurysm. Five years experience. JAMA, 236:1707-1710, 1976.

4. Ljünggren B, et al: Results of early operations for ruptured aneurysm. J. Neurosurg 54:473-479, 1981.

5. Pia HW, Langmaid C, Zierski J: Cerebral aneurysm: advances in diagnosis and therapy. Springer Verlag. 1979.

6. Sano K: Cerebral vasospasm and aneurysms surgery. Clin Neurosurg 30:13-58, 1982.

7. Sundt, TM: Results and complications of surgical management of 809 intracerebral aneurysms in 722 cases. Related and unrelated to grade of patient, type of aneurysm and timing of surgery. J Neurosurg 56:753765, 1982.

8. Suzuki J: Results of early operations on cerebral aneurysms. Surg.Neurol 11:407-412, 1979.

9. Yasargil MG, et al: Surgery on the carotid system in the treatment of hemorrhagic stroke. Adv, Neurol 16:181-209, 1977.

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